He estado revisando algunas tecnologías propias de las redes de ordenadores y de Internet. Entre estas tecnologías, el protocolo TCP/IP.
Antes de nada, repasemos. ¿Qué es un protocolo?: colección o conjunto de reglas o normas. En el caso de las redes informáticas estas normas hacen posible la comunicación en una red a través de la cual se transmiten señales, sean de tipo electromagnético u óptico.
El protocolo TCP/IP consigue que cualquier ordenador conectado a Internet sea capaz de comunicarse con otro.
Los protocolos de transporte de datos, como TCP, son conjuntos de reglas que definen la estructura de los mensajes. Estas reglas determinan cómo se interpretará cada parte del mensaje, a dónde tienen que ir y cómo se reordenarán dichas partes, etc. Mantienen la comunicación sincronizada y aplican distintos métodos para corregir errores.
Los equipos de una red utilizan el protocolo TCP (Transmission Control Protocol o protocolo de control de la transmisión) para establecer conexiones entre ellos de tal forma que se puedan intercambiar datos con fiabilidad.
Durante la comunicación el protocolo TCP controla en todo momento que los datos llegan correctamente y confirma al terminar su transmisión óptima.
Gracias a las direcciones IP el envío de datos entre distintos ordenadores se realiza de manera parecida al envío del correo postal.
El protocolo IP (Internet Protocol o protocolo de Internet) es el encargado de añadir a los datos la dirección de origen y la dirección de destino de los mensajes.
Las direcciones IP de la versión 4 (IPv4) son cuatro números separados por un punto, donde cada número representa el valor decimal de una serie de 8 bits. Estas direcciones numéricas identifican de forma única a distintos nodos de una red (local o global) a fin de comunicarse de manera efectiva.
En total, las direcciones IPv4 tienen 32 bits. Ya hemos visto que los ordenadores almacenan y procesan la información utilizando un código binario basado en el bit. Un bit es capaz de indicarnos únicamente dos posibilidades, por lo que su valor puede ser 0 o 1.
Por ejemplo, 172.16.38.44 o 80.56.0.200 son direcciones IPv4. Cada uno de los 4 números separados por puntos es en realidad un número binario de 8 bits (1 byte), escrito en base decimal. Consecuentemente el número más alto con el que nos podamos encontrar será 255 (11111111 en binario), mientras que el más bajo es un 0 (00000000, en binario).
Durante la creación y desarrollo de internet han existido organizaciones a escala mundial, encargadas de asignar las direcciones IP. Inicialmente el InterNIC, fue la organización, con distintos gestores regionales a nivel mundial, para asignar las direcciones IP en los diferentes dominios nacionales.
Fuente: http://www.iana.org/numbers
Es la IANA (Internet Assigned Numbers Authority, o Autoridad para la Asignación de Números de Internet) quien ha tomado actualmente el relevo de InterNIC. Arriba, en el mapa se observa la distribución geográfica a nivel mundial en la que se dividen las asignaciones de direcciones IP.
Para la comunicación a través de Internet utilizamos direcciones IP públicas, asignadas por organismos dependientes en última instancia de la IANA. En definitiva, cualquier equipo debe utilizar una dirección IP pública para salir a Internet.
En una red local (LAN) se utilizan direcciones IP privadas para uso interno y se requiere una conversión de las mismas a una o varias direcciones IP públicas contratadas a un proveedor en las conexiones con Internet.
La traducción de direcciones de red, o Network Address Translation (NAT) es un método utilizado para traducir las direcciones IP privadas de los equipos de una red a direcciones públicas.
Espero que este artículo haya sido útil para ti, si tienes alguna pregunta o sugerencia no dudes en dejar un comentario.